jueves, 18 de febrero de 2021

EL UNICORNIO FELIZ

 


Erase un día de intervención como cualquier otro, osea, muy muy loco.

Recorriendo pediatría y oncología. Muchas caritas tristes, aburridas y de dolor, en esas idas y  vueltas nos encontramos con una niña muy decaída.

 Al observar su entorno, la doctora Pelela se percató de su pasión por los unicornios, llevaba uno estampado en su pijama y le preguntó si le gustaban, ella respondió con una gran sonrisa que si, y fué ahí cuando se rompió el hielo de manera mágica. La doctora Pelela no titubeó ni un segundo y junto a su ukelele recién afinado le compuso una canción improvisada que llamó, El unicornio feliz. 


Ese día, coincidentemente se nos cruzaron muchas niñas y niños del club de fans de los unicornios y cantamos a coro la canción. Cada quien dándole su toque artístico y gracioso.

sábado, 13 de febrero de 2021

UN DÍA DEL AMOR ESPECIAL


Era 14 de Febrero,  el día del Amor y la Amistad, un día especial además porque íbamos a visitar el Hospital Intercultural Makewe, un hospital cargado de Newen en pleno campo sureño. Sumado también a que era la primera intervención y bienvenida del doctor Tattú a Pintasonrisas Clown Chile.
Nos preparamos con nuestras herramientas teatrales, ensayamos, llevamos nuestras mochilas llenas de amor e ilusiones y recorrimos cada rincón entregando alegría y palabras de fe. Después de nuestra presentación, fuimos muy bien recibidos por personal, familias y usuarios. Llevamos serenatas con enormes sombreros de charros y flores de globos y el momento de la improvisación fue muy mágico. Sobretodo cuando interactuamos con Don Emilio.
Don Emilio, un hombre muy serio, de nacionalidad Argentina llevaba años viviendo hospitalizado con una enfermedad crónica. Nos advirtieron que ese muro era difícil de cruzar, pero a pesar de la poca experiencia, los juegos y trucos del doctor Tattú, su altura y un gran trabajo en equipo , logramos trepar ese muro y llegar a su corazón, pintando más de una sonrisa en su rostro. 
Misión cumplida en el día del Amor, ya que amor sin condiciones se entregó y amor de vuelta se recibió.

 

jueves, 28 de enero de 2021

QUIMIO CON RITMO

Era un día de semana típico de visita a la salita de espera del policlínico de oncología pediátrica del módulo A del Hospital Hernán Henriquez Aravena de Temuco. Ahí se reunirían la dra. LoreColores y Chispeza para una mañana de locuras. Algo nada extraño.
Durante el trayecto recibieron una llamada especial. La enfermera jefa de esa unidad las citó a una entrevista. Decían que era muy seria y estricta y comenzaron a temblarles las rodillas de los nervios.
Se pusieron a modo Clown y ahí ya nada les importó. Recorrieron el pasillo cantando y jugando al ritmo de la vaca Lola, esa que tiene cabeza y tiene cola y hace cualquier sonido, menos muuuuuuu jajajajaja...Los niñ@s, padres y personal se unían al juego y derrepente se les cruza en el pasillo la enfermera jefa y las invita a pasar a el box de quimioterapia, dónde ella estaba realizando esos procedimientos. 
Ustedes no saben lo difícil que es en el mundo mundial, en Chile y sobretodo en nuestra región obtener la confianza del equipo de salud para poder ser un aporte como payasos hospitalarios en las terapias complementarias. Hay mucho desconocimiento y recelo. Pero ahí estaban y había que tirar toda la carne a la parrilla, bueno, las verduras también porque la doctora Lorecolores es vegetativa 🤷🏻‍♀️😂
Pidieron permiso para ingresar, como de costumbre, se lavaron muy bien las manos, se presentaron y comenzó primero la entrevista. Inevitablemente comenzaron a intervenir, porque ya estában a modo Clown.
En el box estaba el pequeño Andrés y su papá, y otra niña en su quimioterapia. La enfermera junto a la tens no podían evitar unirse al juego y participar. La doctora Lorecolores se movía al ritmo de los hit infantiles del momento como un trompo. El perro Chocolo y la vaca Lola a todo ritmo. Todos disfrutaban, bueno, todos menos el papá de Andrés, que miraba con desagrado la performance, hasta que no se resistió y reclamó diciendo que su hijo no escuchaba música infantil, solo rancheras y corridos, como se acostumbra en el campo. Las doctoras Clown tenían dos opciones, retirarse con el rabo entre las piernas, o hacer lo que un Clown Hospitalario está entrenado para hacer. Enfrentar la situación como sea. Y así la doctora Chispeza comenzó a tocar rancheras en ukelele, la doctora Lorecolores con el Kazoo y el baile y Andrés miraba a su papá reír y reía con él. La enfermera y tens terminaban su procedimiento pasando las agujas y conexiones desapercibidas y la intervención terminaba entre magia Clown y mucho ritmo.